La fractura del húmero, el único hueso del brazo, se observan en todos los grupos de edad, pero son más frecuentes en los ancianos y adultos jóvenes. Se pueden clasificar por la ubicación del húmero implicados: el extremo superior, el eje, o el extremo inferior.
Cerca del 85% de las fracturas del húmero no desplazan al hueso de su posición anatómica, por lo que pueden ser tratadas sin intervención de ortopédica quirúrgica. La causa más común de fracturas de húmero proximal es una caída desde los pies del sujeto, seguido por accidentes automovilísticos y una caída de escaleras. Otros mecanismos adicionales incluyen violentas contracciones musculares por convulsiones, electrocución, y los traumatismos relacionados con el atletismo. La mayoría de las fracturas de húmero proximal son cerradas.